Como he sido niña buena, me han regalado no muchas cosas, pero sí muy valiosas;
entre ellas un puzzle que he de reconstruir para descubrir la famosa fotografía del beso de Robert Doisneau...es curioso esto de los puzzles, es el primero que hago desde los 3 añitos(uno de 6 piezas que aun adoro) y me está encantando, es curioso las reflexiones a las que te lleva estar horas delante de mil piezas que a priori no conoces de nada.
Es curioso como se agrupan solas mientras no miras, a veces resulta que no se pudieron separar antes de abrir la bolsa y siguen unidas,y es genial porque encajan a la perfección y sabes que no se van a separar porque aún tienen el cartoncito azul grisáceo por detrás que hace que no se olviden,..., luego hay otras que se encajan porque sí, si son dificiles de separar, pero no son compatibles, ni por forma, ni por color y parecen que se están haciendo daño, pero es imposible separarlas sin romperlas o arrugarlas,..., también las hay que parecen que van a encajar y luego es imposible, y no entiendes porqué, ya que a simple vista forma y color parecen coincidir pero en la práctica no funciona, y por último están las piezas de borde, esas que sirven para empezar, saber donde está el límite es de gran ayuda en los comienzos, ..., a mi me faltan dos del borde, lo cual me fastidia bastante, aún no se si no venían en mi bolsa o las he perdido en el proceso...afortunadamente siempre viene una hojita para búsqueda de piezas perdidas al que puedes remitirte para hacerte con ellas y no desesperes... Buscaré un poco más.
