lunes, 30 de noviembre de 2009

EXTRA, EXTRA!

No he sido siempre tan reticente a las publicaciones de arquitectura, antes hasta las leía con fruición mensualmente, ahora rara es la vez que cojo una revista en la que no sepa qué es lo que me voy a encontrar.
No paro de encontrarme, no voy a decir miles porque sería mentira, pero sí decenas y decenas de publicaciones poco analíticas, poco propositivas y poco motivadoras, que se venden como vanguardia, y ya no son más que la sombra(o la oscuridad) de las vanguardias de hace veinte años.
Sale a la luz -nunca mejor dicho- una nueva publicación llamada iluminaciones, de un puñado de arquitectos que nos gustan mucho y de otro que nos han gustado mucho, la venden como:
...plataforma de pensamiento y reflexión sobre la práctica arquitectónica, y con vocación decidida por provocar el debate social.
 A ver en qué queda todo estos buenos propósitos y palabras que ya suenan falsas cuando las dice un arquitecto. De momento y hasta leerla, me mantengo al margen-más que lo ya expuesto.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Métodos de representación


El dibujo, al igual que la lengua, ha condicionado la forma de pensamiento de las distintas sociedades.
Afortunadamente no tiene tantas fronteras como la comunicación oral.
Las fronteras dejan de ser políticas para ser fronteras disciplinarias.
Hay modas en la manera de aproximación a la realidad gráficamente, indudablemente condicionadas por el momento histórico en que se usan y a su vez el contenido de estas representaciones muestra la preocupación de entenderse en el mundo.
Desde la representación mural en las cavernas con más intención mágico-religiosa que como medio de entender su entorno, se han seguido los mosaicos griegos y romanos en las que la representación del hombre era el centro, se hace un análisis del hombre en sociedad, se desarrolla en un contexto histórico en que las polis empiezan  a constituirse, se representa costumbres sociales, mercado, …los románicos con sus pinturas parietales enseñando el miedo que tenían a lo religioso que se les estaba imponiendo, los renacentistas que pretendían que el hombre era el centro del universo con sus infinitas representaciones de anatomías humanas y la práctica con la perspectiva como necesidad de explicar un mundo más complejo. Los grabados, el claroscuro, el impresionismo, el cubismo, lo abstracto, la híper-realidad, los cómics, los graffitis,…
Todos los que nos sentimos algo cojos cuándo echamos mano al lápiz y no está donde debiera hemos desarrollado una extensión casi física con un medio externo que nos permite exteriorizar ideas que de otro modo nos sería imposible, o al menos más difícilmente. Pero es asombroso que esto ya no ocurra sólo con un lápiz sino que también empieza a pasar con un ratón y más aún con el uso de ciertos programas frente a otros. Y es que estas nuevas herramientas también han ido modificando nuestra forma de aproximarnos a la realidad.
De pensar-sentir los diseños (por abarcar más disciplinas) con el cuerpo, tocando directamente el objeto, hemos pasado a técnicas en principio tan ajenas que si nos vamos a lo físico ni siquiera existen hasta que presionas ctrl.+P. Pensamos en procesos eficientes en la representación, ordenamos operaciones matemáticas que desconocemos, para traducirlas en una realidad tan perfecta que nadie más que una máquina sería capaz de realizar.
Llegamos a conclusiones como que lo mejor para crear un objeto emocionante es usar k3Dsurf+Maple+Rhino+Grassopper y luego que tu impresora 3D láser de polímeros te haga una maqueta.
Si llegamos a este tipo de respuesta, seguramente sea porque la necesitemos, pero es "necesario" preguntarse:¿Realmente estamos en una realidad TAN compleja? ¿Y si ya no representamos sino que estamos creando las herramientas que construyen realidades aún más complejas que la que creemos vivir?¿Está el pensamiento al mismo nivel?¿Son estos procesos más sencillos de lo que parecen?

martes, 17 de noviembre de 2009

The sixties rule




 Es increíble lo prolijo de esta década, es la década de los Beatles, Bob Dylan, Los Rolling,  the who, the kinks, the Doors…(es la década de los Beatles) es la década en que se le empezaron a subir los colores a nuestras teles (a las de nuestros padres), y se empezaba a jugar con satélites, llegaba a España el primer ordenador (no personal) que estaba a medio camino entre los electromecánicos de tarjetas perforadas y los actuales, el apolo 11 llega a la luna (o no), la década del telesketch y de las lámparas de lava! (astrolights entonces).
En los sesenta están Norman Bates, West side story, Mary Poppins, Blow Up, Sonrisas y lágrimas y 2001:odisea en el espacio y los simios en su planeta y el ángel exterminador que por aquel entonces andaba por México.
Estaban también los chicos de archigram haciendo verdadera publicidad de la arquitectura. Haciéndola llegar a muchos más sectores de la sociedad y haciéndola interactuar con la tecnología. Por poner un ejemplo, la walking city que proponía Ron Erron, constituida por construcciones inteligentes o robots en forma de pods vivientes gigantes auto-contenidas que podían deambular por el territorio en busca de recursos. Los pods eran independientes, incluso parásitos debido a que podían conectarse a estaciones para intercambiar ocupantes o reabastecerse de recursos.
Such are sixties, what else?

sábado, 14 de noviembre de 2009

Des-encuentro 3

B: Hola
A: ¡Hola!
B: Perdona, era solo para decirte que ya no te quiero conocer más.
A: Ah! …bueno…ummm…espero no haberte molestado
B: No, no, en absoluto, me ha encantado haberte conocido un poco.
A: A mi también me gusta conocerte.
B: Mmmm, bueno…pues gracias por todo.
A: No entiendo, ¿gracias, porqué?
B: Pues, por dejarte conocer
A: Pero aún no me conoces del todo
B: Conozco lo que tu quieres que conozca de ti
A: Pero ya te cansaste de conocerme
B: Sí, eso es verdad
A: ¿yo te puedo seguir conociendo?
B: Mejor no
A: ¿Te he molestado?
B: No, no, en absoluto, me ha encantado dárteme a conocer
A: ¿entonces?
B: Ya no quiero que sepas más
A: Lo siento
B: ¿qué es lo que sientes? No tienes nada que sentir
A: Siento que no me dejes seguir conociéndote
B: Ah, eso… sí… yo también lo siento
A: ¿y tu qué es lo que sientes?
B: Siento haberme metido aquí y no saber salir
A: No te preocupes, yo te enseño la salida, está justo ahí, donde los cubos grandes amarillos, hay un cartel grande que reza EXIT, no tiene pérdida, tira fuerte coloqué una puerta demasiado pesada, la debo cambiar.
B: Pues, lo dicho, gracias por todo
A: Gracias a ti, nos vemos
B: No, no, no lo creo, adiós.
A: Adiós entonces.

(A:¬¬)

Des-encuentro 2

A: Hasta luego!
B: Adios!
A:¬¬

Des-encuentro 1

A: Hola!
B: Hasta luego!
A:¬¬

martes, 10 de noviembre de 2009

Lo nuevo, la seriación y el prototipado I




 Supongo que ya conoceréis las tiras de Calvin y Hobbes, hace unos días releyéndome unas cuántas me encontré con una que me atizó en la cara una dosis de realidad.
 ¿Qué tiene de bueno la originalidad si no la puedes fabricar en serie? Habría que aclarar que no todo lo original, entendiendo original no como prístino (1ª acepción en la RAE) sino como distinto (6ª acepción en la RAE y más asumida, qué cosas tenemos) es necesariamente bueno (útil), aún así todo lo nuevo lleva consigo un factor sorpresa que es capaz de cegar nuestra razón hasta que se demuestre lo contrario.
 Supongamos el mejor de los casos, que cuando estamos originando (ahora sí 1ª acepción) cualquier cosa (desde un bloque de termoarcilla hasta un arpegio) estamos haciéndolo para que el resultado sea óptimo.
 ¿Por qué algo nuevo no puede ser seriado? ¿Pierde su sentido de original? ¿A partir de qué número, hablando en términos globales, se pierde este sentido de original? ¿Está lo nuevo avocado a ser mediocre hasta que otra cosa distinta aparezca y desvíe nuevamente nuestra corta atención de no más de dos minutos? ¿Se puede seriar algo nuevo sin que el dinero esté tranquilo previamente? Tengo demasiadas dudas entorno al tema todavía…

jueves, 5 de noviembre de 2009

SPH II (Sobre la previsibilidad humana)

Caso #3 (O de cómo nos gusta provocar conversaciones que sabemos a dónde van)
A:¿Qué se dice imprimido o impreso?
B:Depende
A:De si es la forma cojugada o el participio
B:Depende del sujeto
C: ¬¬

martes, 3 de noviembre de 2009

Sobre la previsibilidad humana

 Me dispongo a empezar un análisis (basado en hechos reales que me sucedan de ahora en adelante) sobre lo previsible de las personas, sin entrar en juicios de valor sobre la bondad o no del ser previsible.
 Debo aclarar de antemano y sin ningún resultado en mi haber, que me suelo rodear de gente que de una u otra manera son capaces de captar y mantener mi despistada atención (todo un mérito) y que esto implica que objetivamente (en el falso supuesto de que lo objetivo existiera) no les vincula a lo “no-previsible” si no a lo “igualmente-previsible que yo”.
Hecha esta aclaración inauguro la sección sobre lo previsible del ser humano.

  Caso #1. (O de la imposibilidad humana de enfrentarse a la previsibilidad)
Empiezo poniéndome como ejemplo (muy original en mí).
¿Nunca os ha pasado de estar cansados de vuestros propios comentarios? Esos comentarios tan típicos y manidos, que ya los has hecho tantas veces que el espacio suena distinto si no están. Pero que aún así son incontrolables, brotan de la boca de una (o de los dedos) a sabiendas de que los interlocutores (interlectores) están tan cansados como una misma, si no más, de escuchar las mismas gilipolleces una y otra vez.
Lo peor de este tipo de comentarios que a uno mismo le molestan de sí mismo es que desembocan en una sarta de frases predichas (pre-escritas) que NO queríamos oír (leer) y de las que no podemos huir, ya que, recordemos, fuimos nosotros mismos los que empezamos el círculo.
Pero aún así, a pesar de la desesperación que implica, hay algo que reconforta en todo esto, y es que necesitamos saber, de vez en cuando, que las cosas siguen estando donde estaban.
 
Caso #2. (O el estudio del caso Sevillano)
A: ¡He ido a ver una película muy chula al cine!
B: ¿Sí o qué?
A: ¬¬ (lo sabía)

lunes, 2 de noviembre de 2009

NIPIR



(un pequeño cuento que le escribi a una amiga no hace mucho)




Niña, incesante, pequeña,  inconstante y rutilante…

   
    Nipir cumple cinco años cada día,
cada día crece veinte, luego juega con todos ellos,
los manosea, los tira, los rompe, los deshace
y finalmente los pierde.

    Nipir sigue cumpliendo cinco años cada día,
sus cinco años que cuida,
aunque no los quiera a veces,
aunque a veces le parezcan pocos y otras veces,
cuando inesperadamente le crecen veinte,
le parecen ser demasiados.
    Nipir no cesa de reír, pero tampoco cesa de llorar,
hay veces que es capaz de hacerlo todo a la vez…
incluso reír y llorar….
cuando crece llora más… ¡no! , cuando crece ríe más…
no se puede decir qué es lo que hace más Nipir
porque todo lo que hace Nipir es mucho.
    Nipir cuenta cuanto llora infinitas veces más una,
y cuenta cuanto ríe infinitas veces más tres,
aunque a veces se le olvida contar las veces que ríe
y necesita que le recuerden las risas que no contó.
     
    Nipir todo mucho, pero poco.
   
    Nipir quiere mucho pero poco tiempo,
Nipir camina mucho y de repente se para,
Nipir salta tan alto que al caer tarda mucho en rebotar.
   
Para Nipir hay una o ninguna cosa imposible,
pero eso aún no lo sabe porque es muy pequeñita.   
Desde que Nipir aprendió a contar, hace un año,
cuenta todo lo que pasa,
cuenta sus pasos,
cuenta sus años a lo largo de cada día,
cuenta las horas que han pasado y las que pasarán,
cuenta sus amigos(a, con, para),
cuenta amores,
cuenta su familia,
que a veces se hacen más grandes y otras veces más pequeños,
dependiendo de la distancia con la que mire.
Nipir cuenta músicas imposibles e infinitas…
por contar Nipir es capaz hasta de contar la cantidad de luz que emite el sol,
¡Y hasta de cien bombillas!
    Cada cosa que cuenta Nipir es suya,
cada cosa que cuenta Nipir es ella.
    Nipir es sus pasos dados y los que dará,
es sus amigos, es amores, es familia, es música y es rutilante,

aunque a veces la luz que absorbe de luces fatuas apagan la que ya tenía.
     
      Nipir cumple cinco años cada día.